Universidades concentran el 87,8% de la producción científica del país

07/10/2014

El informe 2014 de Indicadores Cienciométricos en Chile, elaborado por Conicyt, reveló que las universidades concentran el 87,8% de la producción científica del país.



Foto: Universia

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Santiago recibió un 47,1% del presupuesto nacional para investigación y desarrollo durante el período 2008-2012

En los últimos años, nuestro país se ha posicionado a la vanguardia en materia de investigación científica a nivel regional, recibiendo numerosos reconocimientos. Hace sólo un mes, la Unión Matemática Internacional (IMU) reconoció a Chile como el país latinoamericano que tiene más estudios de matemática per cápita, promediando unas 25 investigaciones por millón de habitantes. Pero, ¿a qué atribuir este fenómeno? De acuerdo a los resultados del informe 2014 de Indicadores Cienciométricos en Chile, elaborado por la Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnológica (Conicyt), las universidades concentran el 87,8% de la producción científica del país.
A pesar de ello, el estudio también evidencia claras diferencias entre los volúmenes de producción a nivel de la capital y las regiones. Por ejemplo, tres de las diez universidades que más artículos científicos publicaron entre 2008 y 2012 están en la Región Metropolitana. En total, Santiago sumó el 54,04% del total de la producción científica del país durante este período, recibiendo además el 47,1% del presupuesto nacional para investigación y desarrollo.
En cuanto al panorama a nivel de las regiones, Biobío se ubica como la de mayor producción con 12,19%, seguida por Valparaíso, que fue la que más aumentó en una década, pasando de 7,76% entre 2003-2007 a 10,67% entre 2008 y 2012.
En contrapartida, las regiones que tuvieron la mejor producción fueron O’Higgins, con 0,11%, y Aysén, con 0,35%.
Félix de Moya-Anegón, director del equipo de SCImago que analizó los datos, explicó a los medios que aunque no es extraño que una capital concentre la mayor proporción de científicos y recursos, el caso chileno llama la atención si se compara con otras realidades latinas. Por ejemplo, Bogotá acapara el 21% de la producción científica colombiana y Sao Pablo tiene el 41% de la investigación brasileña.