En Santiago, hoy hemos despedido a un amigo, colaborador incondicional de nuestro trabajo en el Laboratorio de Toxinas Marinas, el Ingeniero Alvar Herrera Zeppelin. Incansable luchador por una educación de calidad, la Universidad Pública y la justicia social, Alvar se formó en la Universidad Técnica del Estado, desde donde fue expulsado en 1980, por defender sus convicciones democráticas y luchar activamente para poner término a la intervención militar de las universidades chilenas. También -y al igual que a tantos otros universitarios-, ello le costó ser relegado y confinado a Chonchi, Chiloé, por espacio de tres meses. Para nuestro Laboratorio, Alvar hizo importantes aportes al desarrollo de las plataformas de tecnologías de información y comunicaciones, lo que en los años de nuestra instalación en el Archipiélago de Chiloé fue esencial para dar forma y sostener nuestra actividad en la provincia archipiélaga en un país altamente centralista.
Luego de una larga y triste enfermedad, nuestro amigo y compañero descansa en paz. Su recuerdo y sus enseñanzas permanecen en nuestra memoria. Abrazamos desde aquí a su compañera Patricia, a su familia y la lista interminable de amigos.